lunes, 25 de octubre de 2010

06 ENCONTRÉ UN ARCO IRIS MUERTO (parte III)

—¡Hora de almorzar! —gritó mi mamá.
Me senté a almorzar y mi mamá me preguntó porque estaba tan callado.
—Seguramente estabas haciendo alguna maldad —me dijo.
—No —le contesté.
Siempre que estoy callado, mi mamá dice que hago algo malo, pero si me pongo a hablar me regaña, porque no me callo nunca. No entiendo a los grandes.
—Límpiate esa mancha negra que tienes en la nariz —me dijo mi mamá.
—Así se pone un arco iris cuando se muere —le contesté a mi mamá y le mostré las manos.
A mi mamá le dio un ataque histérico, como dice mi papá. Seguro que también le dio pena que muriera el arco iris.
Mi mamá me sacó de un tirón del comedor y me lavó las manos con detergente. Con el detergente salió todo lo negro del arco iris. Una vez me sirvieron carne con salsa de tomates y como no me gusta la salsa, lavé la carne con detergente. Quedó con un sabor raro.
Mi mamá me llevó de un tirón a mi dormitorio, para cambiarme la ropa. Cuando miró el arco iris muerto, desparramado arriba de la cama, dio un grito.

Mi papá llegó a ver que pasó y cuando vio lo que hice, se le pusieron los ojos de furia, como los de un chancho viracho. Mi papá me empezó a regañar, pero yo le dije que él atropelló al arco iris y lo mató. Mi papá miró el arco iris muerto un rato, me miró y se puso a reír.
Mi papá es cruel, se ríe de un muerto, eso es malo, le dije que era un “asenino”, porque mató al arco iris con la citroneta. Pero mi papá le dio más risa. Mi mamá si me entiende, porque seguía enojada y regañaba a mi papá, porque no le hacía gracia el chistecito. Pero a mi papá le dio más risa, hasta que se fue de mi dormitorio.
—Esto no se va a quedar así jovencito —decía mi mamá enojada mientras me cambiaba la ropa y sacaba el cubrecama. Seguro que va a castigar a mi papá.
¿Pero cómo lo va a castigar, si mi papá manda?

Continuará…

domingo, 17 de octubre de 2010

05 ENCONTRÉ UN ARCO IRIS MUERTO (parte II)

Mi papá salió a probar la citroneta. Quedó una mancha negra en el suelo, donde mi papá la estaba arreglando. Parece que un arco iris se murió en el suelo, uno grande.
¿Si se muere un arco iris también se mueren los duendes que viven dentro?
¿Y la olla con oro, estará dentro de la mancha?
El arco iris me manchó la mano cuando traté de agarrarlo. Fui a buscar una taza, para echar el arco iris muerto.
Eché el arco iris muerto arriba de mi cama para revisarlo.
¿Por qué el arco iris se pone negro cuando se muere? Debe ser que se apagan como las luces. Parece que no viven mucho. Lo probé, pero no me gustó, se debe estar descomponiendo, como los pescados cuando no los meten al refrigerador. Parece que cuando un arco iris se muere, los duendes que viven dentro se deshacen.
¿De qué habrá muerto? Yo creo que mi papá lo atropelló, porque estaba debajo de la citroneta. ¿Lo habrá matado adrede o fue de casualidad?
Yo creo que fue de casualidad, como la vez que se cayó el florero blanco. Quería saber qué había arriba del mueble del comedor. Fue de casualidad, porque yo no lo toque, se cayó solo. Pero mi mamá igual me castigo, dos veces, un castigo por botar el florero y el otro castigo por mentiroso. ¡Pero yo no bote el florero, se cayó solo!

Continuará…

domingo, 10 de octubre de 2010

04 ENCONTRÉ UN ARCO IRIS MUERTO (PARTE I)

Como ya me mejoré de la bronquitis puedo caminar por la casa, pero sin agitarme. Mi mamá dice, que puedo salir un rato a la puerta, para que me vuelva el color.
La lluvia está terminando y está saliendo el sol. Siempre que termina de llover, sale un arco iris grande. Mi mamá dice que al final del arco iris hay un duende que tiene una olla con oro. Es cosa de seguir al arco iris hasta el final y llevarse la olla con oro. Es fácil, pero mi mamá todavía no me da permiso para ir tan lejos.
Cuando mi papá riega el jardín, también aparecen un montón de arco iris más pequeños. Trato de agarrarlos, pero no puedo.
Los duendes que viven en los arco iris del jardín, son muy pequeños. Los duendes grandes le deben pegar a los duendes más pequeños. Se deben parecer a los que viven dentro de los enchufes.
Los duendes que viven dentro de los enchufes son malos. La otra vez traté de sacar a uno de un enchufe y me apretó muy fuerte los dedos, vomité lentejas. Ahora miro de lejos los hoyos de los enchufes. Los duendes de los enchufes son malos.
Mi papá salió a arreglar la citroneta, dice que bota aceite. Con el aceite se hace mayonesa. Se le ponen unos huevos y se revuelven con un tenedor. No hay que mirar cuando se hace la mayonesa, porque se corta. Por eso cuando le pongo mayonesa al pan, cierro los ojos.
Mi mamá le llevó un jarro con jugo a mi papá. Mi papá le daba besos a mi mamá. Me molesta que mi papá le dé besos a mi mamá. Él tiene a su mamá, ¿por qué mi papá quiere quitarme la mía? ¿Por qué no le va a dar besos a su mamá y deja tranquila a mi mamá, que es mía?
Mi papá es egoísta, quiere tener dos mamás y dejarme a mí, sin ninguna. Mi papá me dijo que la partiéramos en dos, pero le dije que no, porque él se va a quedar con una mamá y media y yo me quedaré con media mamá no más. Pero si tengo que elegir, me quedo con la parte de arriba de mi mamá. Que mi papá se quede con la parte de abajo, que no sirve.

Continuará...

lunes, 4 de octubre de 2010

03 YA SOY GRANDE


Mi mamá dice que amanecí mejor y me trajo el desayuno a la cama. Me trajo un pan con cecina y la mamadera con leche.
—Cuando te mejores bien, vas a empezar a tomar leche en taza, porque ya eres grande —dijo mi mamá.
¿Pero ayer era pequeño y ahora soy grande? No entiendo, parece que uno crece de repente, y cuando se cumplen cinco años, uno crece un montón.
Es bueno ser grande, porque puedo mandar a los demás y hacer lo que quiera. Pero no puedo mandar a mi papá ni a mi mamá, porque ellos son más grandes que yo. Mi mamá me dijo que puedo mandar a mis juguetes y a mi gato. Pero mi gato no está para mandarlo.
¿Dónde estará mi gato? Lo extraño mucho.
Parece que tengo que ser grande como mi papá, para mandar y hacer todo lo que quiera. Mi papá es más grande que mi mamá, por eso la manda. Quiero ser más grande que mi papá para poder mandarlo.
Los gigantes, mandan a todo el mundo, pero yo no quiero ser tan grande, porque la comida que hace crecer no me gusta. Los gigantes tienen que haber comido mucha comida que no les gusta, para ser tan grandes.
¿Por qué hay personas que crecen para el lado y no para arriba?
Mi mamá dice que los gordos comen por dos, por eso engordan.
Y si como por dos, ¿aparecerá otro niño igual que yo? ¿Así se hacen los gemelos? ¿Pero cómo se separan para que se queden dos hermanitos? ¿Pero los hermanitos no los trae la cigüeña? No entiendo.
Mi mamá me regañó, porque pregunto mucho.
Cuando como, hago fuerza con el cerebro, para que la comida se me vaya a los músculos, para ser igual que los hombres fuertes que salen en la tele.
Mi mamá dice que los porotos dan mucha fuerza, no me gustan mucho, pero me los como igual, para tener mucha fuerza en los brazos. La fuerza tiene olor, cuando como porotos, al tratar de levantar la mesa del comedor, a veces se me sale la fuerza por atrás.
Los niños crecen, pero los papás no crecen, nacen grandes. Cuando yo nací, mis papás ya eran grandes.
¿De dónde vendrán los papás de uno?

Continuará...